En la madrugada del pasado lunes (17), Brasil perdió a una de sus grandes actrices. Jacqueline Laurence, veterana de la pantalla y del teatro, falleció en Río de Janeiro a los 91 años. Ingresada en el Hospital Municipal Miguel Couto de Leblon, sufrió un paro cardíaco hacia las 2h20.
Carrera y legado
Jacqueline Juliette Laurence nació en Marsella (Francia) en 1932 y llegó a Brasil de niña con su padre, periodista. En su familia también están su hermano menor, Michel, y su sobrino, Bruno, que seguían la misma profesión. Michel falleció en 2014.
A pesar de haber pasado la mayor parte de su vida en Brasil, Jacqueline nunca llegó a nacionalizarse brasileña. En una entrevista concedida al sitio web de Heloisa Tolipan en enero, explicó que las dificultades que tuvo que afrontar durante la dictadura militar y otras eventualidades le impidieron nacionalizarse. Sin embargo, siempre se ha considerado brasileña de corazón: "No tengo esa manía de decir que soy francesa. Al contrario, soy brasileña".
Jacqueline nunca se casó y no tuvo hijos. En sus palabras, las relaciones que tuvo "acabaron siendo, circunstancialmente, de novio y novia".
Una carrera brillante
En televisión, Jacqueline Laurence solía interpretar a mujeres sofisticadas y elegantes. Luchó mucho para perder su acento francés y labrarse una sólida carrera en la televisión brasileña. Entre sus trabajos más destacados en la Rede Globo están telenovelas como "Dancin' Days", "Cambalacho", "Top Model", "O Dono do Mundo", "Salsa e Merengue", "Senhora do Destino" y "Babilônia". Su último papel en una telenovela fue en "Salve-se Quem Puder".
En el teatro, Jacqueline fue una figura central del movimiento Besteirol de la década de 1980 en Río de Janeiro, ayudando a lanzar las carreras de nombres como Miguel Falabella, Guilherme Karam y Mauro Rasi.
Reflexión profesional y distanciamiento
Antes de fallecer, Jacqueline Laurence expresó su frustración por su retirada de la televisión y el teatro. En una entrevista con Heloisa Tolipan, lamentó la realidad a la que se enfrentan los actores mayores en Brasil, donde se ha convertido en algo habitual no invitarles a las nuevas producciones. "El procedimiento de no llamar a los actores mayores se ha normalizado en Brasil. El tiempo pasa. Siempre ha sido así, tanto en el teatro como en la televisión. Por supuesto, hay menos trabajo para los mayores de 60 años", dijo.
Jacqueline subraya que, a pesar de su edad, goza de buena salud y está dispuesta a asumir nuevos retos. "Estoy en una edad en la que ya no hay demanda. Estoy en el mercado para quien esté interesado, pero es difícil", confesó.
Conclusión
Jacqueline Laurence ha dejado un legado imborrable en la televisión y el teatro brasileños. Sus décadas de carrera, marcadas por personajes icónicos y actuaciones memorables, seguirán inspirando a futuras generaciones de artistas. Su muerte es una gran pérdida para la cultura brasileña, pero su obra y su espíritu perdurarán en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de seguir su trabajo.