La actriz Kate Winslet ha vuelto a hablar de los entresijos de la clásica película Titanic, una de las producciones más famosas de su carrera. En una reciente entrevista con The Hollywood Reporter, la eterna Rose sorprendió revelando más detalles sobre la icónica escena del beso entre ella y Leonardo DiCaprio en el borde del barco.
Caos entre bastidores
Según la ganadora del Oscar, el rodaje de esta escena fue extremadamente caótico y muy diferente del ambiente romántico que se presenta en la película. Kate Winslet elogió a su amigo Leonardo DiCaprio: "Dios mío, es un auténtico romántico, ¿verdad? No es de extrañar que todas las jóvenes del mundo quisieran ser besadas por Leonardo DiCaprio. [Sólo que] no fue todo lo que dicen".
Explicó por qué la escena fue tan complicada de rodar: "Seguíamos dándonos ese beso, y yo llevaba mucho maquillaje claro y tenía que hacer comprobaciones de maquillaje -en los dos, entre toma y toma- y acababa pareciendo que había chupado una chocolatina de caramelo después de cada toma porque se me salía el maquillaje".
Desafíos con la gestión
Kate también mencionó que a ella y a DiCaprio les costó cooperar para que la escena fluyera bien, y comentó sobre el director súper exigente. "Leo no paraba de reír y tuvimos que rehacer la escena unas cuatro veces porque [James Cameron] quería una luz muy específica y las puestas de sol cambiaban donde estábamos", explicó.
Un clásico inolvidable
Incluso con los "problemas" entre bastidores, Kate Winslet expresó su felicidad por el hecho de que Titanic se haya convertido en un clásico del cine y celebró que la película haya llegado a nuevas generaciones. "Generaciones enteras de personas están descubriendo la película o viéndola por primera vez, y eso tiene algo de extraordinario", afirmó.
Incomodidades y retos entre bastidores
Kate Winslet también reveló algunos momentos incómodos que vivió tras las cámaras de la película Titanic (1997), en la que interpretó al icónico personaje de Rose. En una entrevista con The New York Times, la actriz contó que no recibió la ayuda de un coordinador de intimidad en el plató cuando rodaba las escenas de desnudos, una práctica que la industria de Hollywood no adoptó hasta 2016.
La presencia de este profesional garantiza que los actores no se sientan incómodos al rodar escenas de sexo o desnudos y contribuye a que el ambiente entre el reparto, la producción y el director sea más agradable y realista en los estudios.
"Me habría venido bien un coordinador de intimidad cada vez que tenía que hacer una escena de amor o desnudarme parcialmente o incluso una escena de besos. Habría estado bien tener a alguien a mi lado, porque siempre tenía que defenderme", afirma la actriz.
Reflexiones profesionales
Kate, que sólo tenía 22 años cuando actuó en Titanic, explicó que aceptaba algunas situaciones sin hacer ruido porque sentía que formaba parte del trabajo. Hoy en día, señala cómo reaccionaría ella en situaciones similares: "No me gusta este ángulo de cámara. No quiero estar aquí totalmente desnuda. No quiero que haya tanta gente en el plató. Quiero que mi bata esté más cerca. Pequeñas cosas por el estilo. Cuando eres joven, tienes mucho miedo de molestar a la gente o de parecer grosero o patético porque podrías necesitar esas cosas. Así que aprender a tener voz en esos ambientes fue muy, muy difícil", dijo.
Impacto personal
Kate Winslet también reveló que, tras su papel en Titanic, desarrolló un trastorno alimentario debido a las críticas que recibía sobre su cuerpo. "Nunca se lo conté a nadie. Porque, adivina qué, la gente a nuestro alrededor me decía: '¡Eh, estás estupenda! Has adelgazado'", recuerda la actriz. "Aun así, los cumplidos sobre el buen aspecto están relacionados con el peso. Y eso es algo de lo que no dejo que la gente hable. Si lo hacen, les paro los pies inmediatamente", concluyó Kate Winslet.
La revelación de Kate Winslet saca a la luz las dificultades y presiones a las que se enfrentan los actores entre bastidores de las grandes producciones, poniendo de relieve la importancia del apoyo y la comprensión en el entorno laboral cinematográfico.