Sorprenda a su paladar con nuestra irresistible rebanada húngara, ¡una obra maestra de sencillez y sabor! Delicadamente relleno de jamón y queso fundido, este dorado y crujiente hojaldre es una explosión de sabores que te enamorará. Prepárese para una increíble experiencia gastronómica a cada bocado. Es fácil de hacer e imposible de resistir. Una auténtica delicia que dejará a todos con la boca abierta.
INGREDIENTES
- 1 masa de hojaldre ya preparada
- 200 g de jamón en lonchas
- 200 g de queso mozzarella en lonchas
- 1 huevo (para pincelar)
- 2 cucharadas de semillas de sésamo (opcional)
- 1 cucharada de aceite de oliva (para engrasar)
- Pimienta negra al gusto
La forma de preparar esta receta es muy sencilla y estoy segura que si la sigues paso a paso podrás hacer tu receta, te quedará maravillosa.
MÉTODO DE PREPARACIÓN
- En primer lugar, precalentar el horno a 180°C y engrasar una fuente rectangular con aceite de oliva. Reservar.
- A continuación, extienda la masa de hojaldre en un rectángulo sobre una superficie ligeramente enharinada. Asegúrese de que la masa esté bien extendida, pero no demasiado fina.
- A continuación, coloque las lonchas de jamón de manera uniforme sobre el hojaldre, seguidas de las lonchas de queso. Deja un pequeño borde a los lados para que sea más fácil enrollar el hojaldre.
- A continuación, sazona al gusto con pimienta negra molida por encima del jamón y el queso. También puede añadir otras especias, como orégano o pimentón, si lo desea.
- Empezando por el borde más cercano a ti, empieza a enrollar la masa con cuidado. Asegúrate de enrollarla bien, pero sin apretarla demasiado.
- Coloque el rollo de masa en la bandeja de horno engrasada y unte la parte superior con el huevo batido. De este modo, la rebanada húngara tendrá un bonito brillo dorado cuando esté lista.
- Si lo desea, espolvoree semillas de sésamo sobre el huevo cepillado para darle un toque crujiente y un sabor extra.
- Introducir la bandeja en el horno precalentado y hornear durante unos 25-30 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el queso fundido.
- Por último, sáquelo del horno, déjelo enfriar un poco y córtelo en rodajas. ¡La rebanada húngara está deliciosa servida caliente!
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